¿Haz comido cacánicuas?

En esta región de la tierra caliente es común encontrarnos con árboles que dan frutos semi silvestres, que en distintas épocas del año deleitan el paladar de los terracalentanos.

Las cacánicuas, son una frutilla de tamaño pequeño, rojo, con una pulpa dulce y semi líquida, se dan en un arbusto o árbol pequeño, caducifolio que crece de 3 a 8 metros de altura, copa estratificada ancha, hojas simples alternas, de 6 a 14 cm de largo por 2 a 4 cm de ancho, con el margen aserrado, verde claro en el haz y verde grisáceo en el envés; con flores blancas, perfectas, de 2 a 2.2 cm de diámetro, solitarias o en conjuntos de 1 a 5 flores, aunque son más comunes los fascículos de 1, 2 ó 3 flores. 

Este árbol florece de abril a noviembre y fructifica de mayo a diciembre y además del típico consumo, pues los frutos maduros son muy dulces y se pueden consumir en fresco, jalea, mermeladas, nieves o helados, la madera sirve para construcción de casas, la madera es muy suave y resistente y las fibras en tiras sirve para amarrar.

Otros usos que se le dan en algunas partes de México, es como forraje para aves, como infusión, pues las raíces y flores se utiliza para combatir molestias estomacales y para controlar los espasmos, las hojas sirven como antiespasmódico, neuralgias, baños contra el sarampión, viruela, clarificar la vista, entre otros y en esta región, los frutos son muy preferidos por los murciélagos y las abejas por el polen.

¿Cuántos de ustedes han cortado de estos frutos?