Las cuijas o lagartijas besuconas
Fany Almazán
Luciérnaga Noticias
En cada uno de los hogares de esta región alguna vez hemos escuchado un ruido muy particular, que se asemeja al chasquido de unos besos, estos sonidos son emitidos por las cuijas o lagartijas besuconas.
Este ruidito lo usan estas pequeñas lagartijas para marcar territorio o buscar pareja.
Aunque para muchos pasan inadvertidas, muchas personas las atrapan o las matan, sin saber que cumplen con un papel importante en el ecosistema ya que son controladores de poblaciones de insectos y algunos arácnidos, como mosquitos, cucarachas, hormigas, arañas, entre otros; los cuales están en los hogares y de ese modo evitan que las poblaciones de estos incrementen; siendo grandes aliadas nuestras, pues representan un fumigador natural de estos invertebrados que muchas veces se convierten en plagas.
Las cuijas son una especie nocturna, posee pupilas verticales que le ayudan a ver de noche. Para cazar actúa cautelosamente, algunas veces queda totalmente inerte observando los movimientos de su presa y descifrando si posee algún tipo de defensa. Si considera que el insecto es muy pequeño o que representa algún peligro, escapa de la escena.
La cuija es una lagartija que pertenece al grupo de los geckos de la familia de los Phyllodactylus sp. La mayoría de los geckos que se encuentran en nuestro país son endémicos, por lo que no se encuentran en ningún otro lugar.
Las lagartijas besuconas tienen una gran capacidad para trepar paredes y alimentarse de bichos, por lo cual es un gran aliado doméstico.
Algunas personas tienen la idea de que la cuija es venenosa, ya sea a través de la mordida o del contacto cutáneo, lo cual es falso. Los geckos no representan riesgo alguno para los seres humanos, por lo que no hay motivo alguno para matarlas ni hacerles daño.